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10 octubre, 2024

Anotación sobre «La ciudad pensada» diálogo entre Ricardo Espinoza Lolas y Miguel Lobos. Universidad de San Sebastián de Chile.

Por Ana De Lacalle Fernández
ciudad pensada

Ayer tuve el placer de presenciar por streaming un diálogo constructivo entre Ricardo Espinoza Lolas y Miguel Lobos, ambos de Universidades chilenas, sobre lo que tematizaron como la ciudad pensada.

Aludían a aquella cuya arquitectura y estructura socioeconómica hace de ella un lugar habitable, en la que cada individuo halla su lugar, lo propio. Eso sí, en un dinamismo que se deja atravesar por el lugar de los otros, de lugares incluso lejanos, y que por ello permite que acontezca algo transformador y emancipador. Destacaron el papel fundamental de las Universidades como faros a partir de los cuales se producen interconexiones entre distintos lugares y que influye en la dinámica de las ciudades.

Durante un breve espacio, en el cual es imposible profundizar sino tan solo apuntar elementos a tener en cuenta, mostraron una perspectiva desde la cual la acción de cada uno y de unos con los otros puede dar a luz un espacio habitable y en el que se rompan dinámicas perjudiciales propiciando la emergencia de un movimiento liberador.

El tiempo escaso no permitió abordar una cuestión que considero crucial porque muestra cómo la arquitectura de las ciudades es una manifestación del capitalismo que excluye a los menos productivos y con menos posibilidad de consumo; los expulsa a la periferia de las ciudades, los “amontona” en condiciones de vida precarias y promueve un movimiento de repetición y perpetuación de esa exclusión de generación en generación. Todos conocemos extrarradios que se han acabado convirtiendo en guetos, en zonas dormitorio con escasos servicios y en las que la mano de obra poco cualificada, más barata se recluye y, en cierta manera, luchan en ese darwinismo social que se les ha impuesto. Se convierten en lugares privilegiados para el tráfico de droga, la prostitución y otros medios de vida hipócritamente sancionados legalmente, ya devienen en una sentencia de muerte: no te dejo subsistir, pero te utilizo para nutrir de droga y prostitución a los ciudadanos sí integrados, consumidores y que forman parte del mecanismo de la estructura capitalista.

En otros términos, la arquitectura de una ciudad nos habla no solo de la ciudad como tal, sino del tipo de vida que ese espacio urbanizado posibilita y necesita para que ruede bien lubricado el capitalismo. Las ciudades no suelen ser lugares amables donde vivir. No lo es L’Hospitalet, aún menos Barcelona, por citar los que tengo más próximos.

En consonancia con lo mencionado nos encontramos con el fenómeno de la gentrificación que es el proceso de renovación de una zona urbana, generalmente popular o deteriorada, que implica el desplazamiento de su población original por parte de otra de un mayor poder adquisitivo. Así, lo que hemos considerado hasta ahora la periferia de las ciudades -al menos en Europa- está desaparecieron despacio, pero sin pausa, y trasladando a esa población a ciudades más lejanas, desde las cuales deben trasladarse cotidianamente a trabajar los ciudadanos con menor renta. Están siendo expulsados hasta del extrarradio.

Teniendo en cuenta este fenómeno de expulsión de la ciudad no podemos considerar que la Universidad sea un faro que ilumine a todos, sino una luz monopolizada en general por los más pudientes; y los que menos tienen acceden de manera excepcional teniendo la posibilidad de provocar una ruptura con esa herencia de exclusión.

Un ejemplo paradigmático de lo expuesto fue la “limpieza” que tuvo lugar en Barcelona ante la celebración de los juegos olímpicos; muchas zonas de la ciudad cambiaron su fisonomía expulsando a los más pobres de esos barrios a otros del exterior y que no eran tan visibles. El capital y sus derivados mandan.

Escrito por...
ANA DE LACALLE FERNÁNDEZ (Madrid, 1964). Licenciada en Filosofía por la Universidad de Barcelona se entrega vocacionalmente a la educación mediante la Filosofía en los cursos previos al ingreso en las universidades. Fluye en la creación literaria fusionada con la filosofía, publicando varias obras desde 2018: “Híbrido” (Ed. Adarve, 2018), “Relatos y Aforismos” (Célebre Editorial, 2019), “Existo, para vivir” (Terra Ignota Ediciones) y “El mal que nos hacemos” (Terra Ignota, 2022). También ha publicado obra teórica filosófica (“Ateísmo Versus Nihilismo”, Fondo editorial IIPCIAL, Septiembre de 2024) y colaborado en antologías feministas vinculadas con la historia del arte, así como publicado puntualmente artículos de Filosofía.
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