Barca del NosOtros
MANIFIESTO

Al final de los tiempos en que todo se nos ha vuelto pesadez, rigidez, mortífero, cuando ya no sabemos por dónde caminar, menos bailar y volar, porque no hay luz alguna que como Faro nos ilumine y nos dé alguna orientación por dónde ir, ya que no vemos nada, ni a nosotros mismos, en ese instante en que hoy estamos, tú, yo, ella, él, ellos, vosotros, ustedes; en este instante que escuchas este Manifiesto solamente nos queda algo a lo que podemos aferrarnos y así dejar de caer sin “parsubidas” alguno para estrellarnos de la forma más brutal contra la tierra. ¿Qué es ese algo que nos vuelve ligeros como las aves y detiene nuestra inminente caída nihilista y nos posibilita volver a elevarnos como cuando éramos niños y felices?-

Cuando ya no hay espacio que recorrer y llegamos al borde del abismo y los territorios empíricos, virtuales, inconscientes los conocemos y no nos ofrecen camino alguno por descubrir, porque todo camino ya se recorrió y en ello se cerró abruptamente, y la apertura se nos ocultó, y todo misterioso pliegue se nos mostró sin pudor alguno y así sentimos el frío pathos del desierto más radical ante el paso imperioso de la falta de todo tipo de espacio; y es allí solamente cuando nos puede aparecer una isla a lo lejos, a lo mejor un archipiélago, que nos indica nuevos territorios o algunos antiguos que se han reterritorializados, a lo mejor en ese instante ocurre algo que nos hace albergar confianza de que podremos ser nuevos habitantes de caminos por venir, por construir. ¿Qué es ese algo que como un cierto sostén nos abre a la ultimidad de la vida para que el espacio vuelva a espaciar y en ello retorne el humano a habitar jovialmente? En este instante cuando llegamos al mundo y nos sentimos acompañados de nuestros padres después de navegar por la nada para llegar a ser algo, cualquier algo que nos faculte a seguir adelante, en ese preciso instante en que somos expulsados por medio de mares tempestuosos, y en ello mandatados a vivir, y que se nos vuelve después en nuestro viaje vital, en medio de todos, en uno que deviene en la hora de nuestro final; y de este modo ahora somos expulsados de este mar de vida para que dejemos de ser; y así solamente nos volvamos en recuerdos que también desaparecerán, pues en ese nacer y morir es cuando nos percatamos en la contingencia más radical que si no fuera por algo que nos constituye el caminar más propio, el viaje de cada uno, el viaje de nuestras vidas no habría sido posible de haberlo desarrollado.
¿Cómo se pudo realizar nuestro viaje, nuestro tránsito de la vida a la muerte sin que algo lo impeliera? Y si la palabra ya no crea porque se volvió en institución reproductora que homogeneiza e ideologiza en la igualdad cerrada que nos aniquila y nos contagia de odio a toda otra palabra, a toda diferencia, a todo lo humano y lo real en su liviandad y porosidad y diversidad, de este modo esa palabra se vuelve en la cárcel que nos sumerge en el más radical de todos los laberintos que nos pierde a cada momento y nos atemoriza con la soledad. Ante esa palabra laberíntica que nos pierde a nosotros mismos y nos imposibilita amar, porque amar es siempre amar a todo lo otro, a nosotros mismos como otro, entonces ¿debe haber algo que aligere a la palabra de su ideología y la exprese en su materialidad más cercana a la piel de cada uno en el Matiz de lo Sutil?
Barcas del NosOtros que naveguen mares y tierras son las únicas posibles que permiten un tiempo del humano que albergue dones y regalos para sumergirnos con plenitud en el continuo presente de nuestras vidas. Barcas del NosOtros que abran navegaciones que nos conecten con cada uno y con todo otro y que desbroce los caminos, las ciudades, los hogares a la naturaleza misma de nuestras cosas, plantas, animales, humanos y dioses.
Barcas del NosOtros que nos transporten en la vida-muerte de nuestros viajes para que nos afirmemos en lo que somos en medio de nuestras materialidades que se mezclan entre sí y permiten todas las formas de amor.
Barcas del NosOtros que se expresan estéticamente en cantos de pájaros que nos impelen a crear estrellas danzarinas que posibilitan modos éticos políticos de humanos encarnados en la ultimidad de la vida.
Barcas del NosOtros para ti…¿Nos vamos de viaje?
Amémonos los unos con los otros y construyamos las Barcas porque, aunque zozobren, ellas son las que nos realizan nuestras vidas en la finitud material y desde ellas construiremos Himnos de Alegría que nos cobijarán en medio del desierto que nos acecha…
Barcas del NosOtros somos y hemos llegado para quedarnos y que ahora que todos nos vean navegar por los confines de los mares, tierras y cielos… No nos pueden detener, no nos pueden paralizar, no nos pueden encarcelar; libres somos y las palabras son nuestros Centauros que crearán jardines de matices materiales que serán nuestros alimentos en tiempos de carencias y los que nos darán las fuerzas para embarcarnos en nuestros deseos de vida en medio de la finitud.
Gozosos los que navegan en Barcas del NosOtros porque ellos son los que transforman alegremente la vida y que nos indican la ruta a seguir en tiempos de penurias.

Ricardo Espinoza Lolas
Santiago de Chile, primavera de 2024