Preparar el acontecimiento, estar dispuesto a él.
¿Qué queremos decir cuando decimos que la Comuna de París fue un acontecimiento? Esta expresión no designa simplemente el conjunto de hechos en una secuencia colectiva (manifestaciones, huelgas masivas, barricadas, etc.). Tales hechos, incluso tomados en su conjunto, no nos permiten decir que allí había algo como un acontecimiento, en lugar de una mera conjunción de hechos sin significado específico. Si la Comuna fue un acontecimiento, es precisamente porque merecía su nombre: a saber, que en esos 72 días no solo ocurrieron muchas cosas, sino que también ocurrió la Comuna.
Pensar el acontecimiento es condición necesaria para pensar la política y la utopía en nuestro tiempo. Esta obra nos permite adentrarnos en la naturaleza de los momentos que delimitan el sentido común de nuestra época y configuran los diálogos entre el pasado, el presente y el futuro. El acontecimiento irrumpe en el régimen de descripción de lo conocido, impone una apertura que posibilita la política. La lucha por la emancipación pasa por preparar el acontecimiento que no podemos predecir, para el que tenemos que estar dispuestos. Este libro coral escruta las distintas capas de estos momentos y nos ayuda a entender aquello que nos pasa en común a la luz de este concepto poliédrico y espinoso. Da cuenta de las rupturas que aparecen en la historia, de las posibilidades y límites para la emancipación de los humanos (que somos «menos que nada»), de la «deriva» en la que nos encontramos y de la intuición necesaria para construir la utopía y salir del frío dogmatismo del realismo que condena a los dominados.
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